POR SINDY OROZCO
No es exageración decir que Tim Burton es uno de los mejores directores del cine contemporáneo por que se distingue a simple vista su notable estilo que se ha ido conociendo con sus tantas películas; y Sweneey Todd es la última obra de este grandioso director que se puede decir que ha dirigido de todo un poco: films maravillosos como “Batman“, “Sleepy Hollow” o “Charlie y la fábrica de chocolate“, obras notables pero irregulares como “Big Fish” u otras perfectamente inolvidables como podría ser su versión de “El planeta de los simios“.
Podríamos decir que Sweeney Todd es parte del 
segundo grupo aunque a ésta la podemos colocar en el puesto de la mejor película de este director, por su fotografía, los acabados técnicos y por la interpretación de sus actores Johnny Depp y Helena Bonham Carter en pocas palabras es muy buena, aunque no sobra aclarar la tristeza que le dio a muchos seguidores al saber que era un musical y principalmente que no se haya advertido a los cinéfilos de este “datito” ni siquiera en la publicidad.
Creo que al ver los cortos y los carteles publicitarios esta película prometía menos de lo que ciertamente se percibió cuando se vio la película.
Adaptación del musical de Broadway de 1979 que recrea la imagen de un ficticio barbero de Londres cuya historia fue contada por primera vez en un diario londinense en 1846 pero numerosas veces después en el teatro. Por esta razón se nota en sus escenas las pocas localidades pero muy bien logradas.
En el aspecto visual Tim Burton cumple con creces, dejando de lado las extravagancias a las que nos hemos acostumbrado en sus otras películas pero sin renunciar a su fotografía característica de tonos grisáceos que en momentos pareciera en blanco y negro e imágenes quemadas. Capaz de conseguir que incluso un soleado día de playa parezca lúgubre. Exceptuando la escena de minuto y treinta segundos donde muestran al barbero con su esposa e hija que es un contraste por que es totalmente calida es llena de flores, colores inspira alegría sentimiento que es ausente en el resto de esta producción que lo mas evidente es la miseria y la soledad.
Una notable y siniestra película, excelente en lo técnico y lo artístico, con un final jubiloso lleno de sangre, sangre y un poco más de sangre, si por que nos muestra sangre hasta saciar lo único que queda por decir es que los que no la han visto se están perdiendo de una gran obra de arte.
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