sábado, 31 de mayo de 2008

REPORTAJE “GRACIAS SEÑOR POR TENER ENFERMO MI CUERPO, PERO VIVA MI ALMA”.


Por: Mariela Vanegas Arboleda
Publicada por: Natalia Montoya



“Gracias Señor por tener enfermo mi cuerpo, pero viva mi alma”; esta corta pero hermosa frase es de la autoría de Sebastián Vásquez Sierra, un joven de 20 años que nunca hace reproches por nada, por el contrario agradece todo lo que le pasa.

Sebastián crece al lado de sus padres y sus tres hermanos dando un excelente ejemplo de vida, su padre Miguel Ángel Vásquez Jaramillo, su madre María Eugenia Sierra Gómez y sus tres hermanos siempre han estado con él desde que empezó a vivir una larga y dura travesía desde que tenía 7 años.

Siendo el mayor de sus hermanos, también le ha tocado vivir su mayor reto, ganarle la batalla a la muerte y seguir su lucha en esta vida a la que tantas gracias le da, aunque también le ha hecho entender y ver el mundo desde una perspectiva muy diferente, porque desde que era un niño comenzó a padecer una enfermedad de la que se conocen solo siete casos en el mundo y que únicamente la tienen personas entre los 40 y los 50 años, pero que desafortunadamente a él se le comenzó a desarrollar desde temprana edad, la “pandisautonomía severa de causa desconocida crónica Terminal”,esto es una alteración del sistema central simpático y parasimpático que se encarga de darle ordenes al cerebro, la cual empezó a afectar varios de sus sistemas lo que produjo una paraplejia displexica, durante 9 años aproximadamente, por desgracia las órdenes enviadas no eran muy alentadoras en ese entonces. Ahora gracias a Dios cuenta esta historia con fortaleza y con las ganas que tiene de seguir aquí en la tierra, viviendo.

Hoy está mucho mejor aunque ha estado tres veces clínicamente muerto y dos veces en coma, de las que recuerda verdaderos retos que vivió mientras se sentía en otro mundo que no era aún para él; donde veía luces muy fuertes, y cosas que según él jamás verá en la tierra como flores y árboles hermosos, además veía sombras de muchas personas que le decían que aún no era su tiempo, y luego de que pasaran muchas más cosas en todo lo que lograba ver la luz lo empezaba a envolver pero cuando iba a terminar volvía a repetirse la misma historia.

Igualmente se transportaba a otros lugares donde existían lagos de plata líquida y árboles con frutos de plata y oro, niños sonriendo y jugando por todo el lugar; donde sabe que además le hablaban mucho acerca de la tierra pero que no recuerda nada de las palabras que le decían, simplemente recuerda mucho que le repetían que ese no era su momento.

“La muerte” para Sebastián es un Renacer, porque él sabe que su cuerpo descansará y que su alma tendrá la libertad para vivir en ese mundo externo al que nosotros llamamos cielo, Igualmente piensa que al vivo se le castiga en vida, porque el purgatorio no existe, el hombre purga sus penas en la tierra ya que el cielo no lo va a hacer.

Para Sebas, como es conocido, Dios siempre ha estado y seguirá estando aquí, con cada uno de nosotros, Él es el reflejo de uno mismo frente al espejo, pero sin llegar a sentirnos nunca como un Dios, eso no es lo correcto, lo bueno es aceptarlo a él y a cada uno de nosotros tal cual somos, pero viviendo de la mejor manera posible, porque “más allá de la muerte esta la vida infinita”.

Por ello debemos esperar, no nos debemos apresurar, todo llega en el momento justo como ha de ser, por eso no gastemos nuestras ideas pensando como será nuestra muerte, tan sólo esperémosla, puesto que algún día tocará nuestras puertas.

No hay comentarios: